martes, 6 de octubre de 2015

El futuro está en el periodismo.com



El periodista Ramón Lobo y el equipo de Salvados opinan sobre las ventajas y desventajas de la información en la red


Desde que entró en el El País en 1992 Ramón Lobo ha viajado a Afganistán, Serbia, Haití, Ruanda, Somalia, Namibia, Zimbabue, Kenia, Líbano, Bosnia-Herzegovina, Suazilandia, Sierra Leona, Mozambique, Guinea Ecuatorial, Israel y Palestina,… Hasta 2012, cuando la empresa le incluyó (a él y a otros 131 compañeros) en una nueva aventura: Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Sin embargo, el veterano periodista mantuvo la calma, no apretó el “botón de modo pánico” y decidió hacer periodismo de otro modo, aunque eso supusiera adecuarse a un estado económico “menor”.

Según el Informe de la Profesión Periodística de 2012, realizado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), más de un 50% de los profesionales de la comunicación, periodistas, autónomos y parados, han sufrido un ERE con escisión de contrato en los últimos cuatro años, siendo los periodistas los más afectados. El 60% de los jóvenes cree que será muy difícil encontrar empleo en el próximo año, y un 17,8% cree es imposible. Además, un 67% de los periodistas dice haber sufrido alguna reducción de salarios general en los últimos cuatro años en la empresa donde trabaja. Una cruda realidad contra la que algunos tratan de luchar armados con la tecnología.


Ramón Lobo: “Si no existiera la tecnología y las redes sociales periodísticamente estaría muerto”.
Tras abandonar El País Ramón Lobo encontró su futuro en Internet. Dice que él y los compañeros que se encuentran en su situación son “maestros individuales” que tienen ahora, gracias a la tecnología, la oportunidad de establecer “una marca más o menos importante”, a veces mejor que el periódico para el que trabajan o trabajaban. De hecho, Lobo siente que “si no existiera la tecnología y las redes sociales periodísticamente estaría muerto”. En cambio ahora no sólo tiene un concurrido blog y una cuenta de twitter con más de cincuenta y nueve mil seguidores (59.848), también colabora en Infolibre, JotDown y El Periódico y en la radio Cadena Ser.

En los formatos audiovisuales Internet ha supuesto también una revolución. Salvados es uno de los programas de investigación más seguidos en España, que se ha reinventado desde su primera entrega. El equipo del programa admite que las nuevas tecnologías y, especialmente, la irrupción de las redes sociales han posibilitado la evolución del programa consiguiendo “un mayor acercamiento a la audiencia, que ha pasado a convertirse en un elemento más a la hora de trabajar un programa”. No son los únicos. Según los datos de la APM, el 44,6% de los periodistas consultan blogs para uso personal y laboral, y un 39,6% utiliza las redes sociales.

Otra de las notables mejoras que ha traído la tecnología es la posibilidad de informar desde cualquier lugar del mundo. El periodista Ramón Lobo recuerda su propia experiencia en Sarajevo: “En la oficina de Sarajevo de FrancePress me tenía que sentar ahí a esperar hasta que ellos (los periodistas de la agencia) no necesitaran sus satélites para transmitir. Entonces te decían: «Venga, tienes 5 minutos para transmitir», pero claro, yo igual necesitaba dos horas.” Sin embargo, se siente afortunado al recordar a Manu Leguineche (periodista, escritor y corresponsal español fallecido en enero de 2014) y sus travesías por Afganistán, donde el antiguo corresponsal de Televisión Española (entre otros medios) caminaba varios días para conseguir un “telex” (teletipo) y poder informar.

“¿Qué hemos perdido?”

“Pues intimidad, fundamentalmente intimidad”, se responde con cierto pesar Ramón Lobo. “Tú antes ibas a una guerra y nadie sabía dónde estabas, con lo cual te dejaban en paz.” Sin embargo dice que ahora “ellos” (los jefes de las distintas redacciones) tienen la sensación de saber y ver lo mismo que el periodista. “No quieren una historia que solo sea tuya, quieren lo que tiene todo el mundo, y claro, entonces hacemos unos periódicos que son un coñazo” cuenta, aunque considera que él siempre ha sido muy libre y quizás por eso estuvo en “la lista” (del ERE de El País). “Lo que sí  tengo añade-  es más libertad para decidir qué hago con mi tiempo, que es para mí algo nuevo. En nochevieja comentaba con Bru Rovira (compañero reportero freelance) que ahora tenemos tiempo y tenemos que convertirlo en valor”.

Contrastar y contrastar

Otra de las mayores pegas de la información en Internet es su fiabilidad. Ante la cantidad de información que hay en las redes, el equipo de Salvados cree que “cada vez se hace más necesario contrastar y contrastar otra vez lo que uno está leyendo”. La tecnología es “peligrosa” porque “no todo lo que nos llega es material contrastado”. Dicen que muchas veces son mensajes que por su “exposición” pueden parecer “creíbles”, pero no lo son.

Lobo considera que la gran cantidad de información de las redes emborrona la realidad, aunque añade: “En proporción, seguramente la cantidad de basura que circula por las redes sociales sea exactamente igual que la cantidad de basura que circula por los medios de comunicación. No creo que añadan más porcentaje de basura, pero la cantidad sí que es mayor”. Y recuerda una curiosa anécdota en la que el periódico El norte de Castilla twitteo  que Manu Leguineche había muerto. Muchos periodistas lo retwittearon, hasta que un periodista español y amigo del aludido decidió llamarle y contrastar la información: “No, no he muerto”, respondió Leguineche, “y ya está, pues era mentira”, concluye Lobo. Pero la culpa de esa actitud de comprobar, dice, “no es culpa de las redes sociales, es culpa de la sociedad”.


Parece que a pesar de las pegas, las redes sociales e Internet son el presente y el futuro del periodismo. Las distintas encuestas recogidas en el Informe de la Profesión Periodística de 2012 apuntan a esta realidad: El 62% de los periodistas cree que Internet va a servir para fortalecer la profesión, y las audiencias de los diarios y radios online han aumentado considerablemente.




Artículo para Géneros Informativos, redactado en primero de periodismo.

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