El
periodista Ramón Lobo y el equipo de Salvados opinan sobre las ventajas y desventajas de
la información en la red
Desde
que entró en el El País en 1992 Ramón
Lobo ha viajado a Afganistán, Serbia, Haití, Ruanda, Somalia, Namibia, Zimbabue,
Kenia, Líbano, Bosnia-Herzegovina, Suazilandia, Sierra Leona, Mozambique,
Guinea Ecuatorial, Israel y Palestina,… Hasta 2012, cuando la empresa le
incluyó (a él y a otros 131 compañeros) en una nueva aventura: Un Expediente de
Regulación de Empleo (ERE). Sin embargo, el veterano periodista mantuvo la
calma, no apretó el “botón de modo pánico” y decidió hacer periodismo de otro
modo, aunque eso supusiera adecuarse a un estado económico “menor”.
Según el
Informe de la Profesión Periodística de 2012, realizado por la Asociación de la
Prensa de Madrid (APM), más de un 50% de los profesionales de la comunicación,
periodistas, autónomos y parados, han sufrido un ERE con escisión de contrato
en los últimos cuatro años, siendo los periodistas los más afectados. El 60% de
los jóvenes cree que será muy difícil encontrar empleo en el próximo año, y un
17,8% cree es imposible. Además, un 67% de los periodistas dice haber sufrido
alguna reducción de salarios general en los últimos cuatro años en la empresa
donde trabaja. Una cruda realidad contra la que algunos tratan de luchar
armados con la tecnología.
Ramón Lobo: “Si no
existiera la tecnología y las redes sociales periodísticamente estaría
muerto”.
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En los
formatos audiovisuales Internet ha supuesto también una revolución. Salvados es uno de los programas de
investigación más seguidos en España, que se ha reinventado desde su primera
entrega. El equipo del programa admite que las nuevas tecnologías y,
especialmente, la irrupción de las redes sociales han posibilitado la evolución
del programa consiguiendo “un mayor acercamiento a la audiencia, que ha pasado
a convertirse en un elemento más a la hora de trabajar un programa”. No son los
únicos. Según los datos de la APM, el 44,6% de los periodistas consultan blogs
para uso personal y laboral, y un 39,6% utiliza las redes sociales.
Otra de
las notables mejoras que ha traído la tecnología es la posibilidad de informar
desde cualquier lugar del mundo. El periodista Ramón Lobo recuerda su propia
experiencia en Sarajevo: “En la oficina de Sarajevo de FrancePress me tenía que
sentar ahí a esperar hasta que ellos (los periodistas de la agencia) no
necesitaran sus satélites para transmitir. Entonces te decían: «Venga, tienes 5 minutos para transmitir»,
pero claro, yo igual necesitaba dos horas.” Sin embargo, se siente afortunado
al recordar a Manu Leguineche (periodista, escritor y corresponsal español
fallecido en enero de 2014) y sus travesías por Afganistán, donde el antiguo
corresponsal de Televisión Española (entre otros medios) caminaba varios días
para conseguir un “telex” (teletipo)
y poder informar.
“¿Qué hemos perdido?”
Contrastar y contrastar
Otra de
las mayores pegas de la información en Internet es su fiabilidad. Ante la
cantidad de información que hay en las redes, el equipo de Salvados cree que “cada vez se hace más necesario contrastar y contrastar
otra vez lo que uno está leyendo”. La tecnología es “peligrosa” porque “no todo
lo que nos llega es material contrastado”. Dicen que muchas veces son mensajes
que por su “exposición” pueden parecer “creíbles”, pero no lo son.
Parece
que a pesar de las pegas, las redes
sociales e Internet son el presente y el futuro del periodismo. Las distintas
encuestas recogidas en el Informe de la Profesión Periodística de 2012 apuntan
a esta realidad: El 62% de los periodistas cree que Internet va a servir para
fortalecer la profesión, y las audiencias de los diarios y radios online han
aumentado considerablemente.
Artículo para Géneros Informativos, redactado en primero de periodismo.
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